Denuncian aumento de la represión en Cuba y crisis humanitaria en las cárceles

Cárcel de Melena del Sur. (Imagen de referencia)

Sumario

  • Prisoners Defenders denunció en su informe un aumento alarmante de la represión política y la crisis humanitaria en las cárceles cubanas.
  • El reporte documenta 1.179 presos políticos en Cuba, incluyendo 35 menores, 123 mujeres, 463 enfermos graves y 40 personas con trastornos mentales severos sin atención adecuada.
  • En octubre se añadieron 11 nuevos casos de presos políticos, muchos sin antecedentes de oposición política.

La organización Prisoners Defenders denunció en su más reciente informe que la represión política y la crisis humanitaria dentro de las cárceles cubanas alcanzan niveles alarmantes.

El reporte documenta la existencia de 1.179 personas condenadas por motivos políticos o de conciencia en Cuba, entre ellas, 35 menores de edad, 123 mujeres, 463 reclusos con enfermedades graves sin tratamiento y 40 personas con trastornos severos de salud mental sin atención médica o psiquiátrica adecuada.

Durante el mes de octubre, la organización incorporó 11 nuevos casos a su lista de presos políticos, muchos de ellos ciudadanos sin militancia partidista ni actividad opositora previa.

Según el presidente de Prisoners Defenders, Javier Larrondo, la represión en Cuba es totalmente transversal a todos los sectores de la población.

Larrondo advirtió que “la represión no distingue edades, ideologías ni condiciones sociales; el régimen utiliza el miedo, la tortura y el aislamiento como mecanismos de control sobre toda la población”.

Condiciones “críticas y mortales” en las cárceles

El informe alerta sobre el deterioro extremo de las condiciones carcelarias, que califica de “críticas y mortales”.

Las prisiones cubanas, afirma el documento, se han convertido en focos de epidemias como dengue, tuberculosis, fiebre de oropouche y chikungunya, que se han expandido por todo el sistema penitenciario tras el paso del huracán Melissa.

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Larrondo: “las cárceles cubanas son una sangría de enfermedad y muerte

El meteoro, que devastó el oriente del país a finales de octubre, agravó la situación sanitaria y provocó el colapso de instalaciones penitenciarias ya deterioradas.

La falta de medicamentos, el hacinamiento y la insalubridad han generado lo que la organización describe como una “sangría de enfermedad y muerte en crecimiento constante”. En varios penales, los reclusos enfermos son aislados sin tratamiento ni supervisión médica, lo que viola los derechos básicos a la salud y a la vida., asegura la ONG.

Condenas de prisión para castigar el disenso

Prisoners Defenders también documenta que el régimen de La Habana continúa utilizando el sistema judicial como herramienta de castigo contra quienes ejercen pacíficamente derechos fundamentales como la libertad de expresión, reunión o manifestación.

En octubre, al menos cuatro manifestantes pacíficos del municipio de Manicaragua, en Villa Clara, fueron condenados a entre cinco y seis años de prisión por protestar en 2024 contra los apagones eléctricos en su localidad.

La organización asegura que los procesos judiciales contra los manifestantes estuvieron marcados por la ausencia total de pruebas, defensa efectiva y garantías procesales, lo que demuestra, una vez más, el uso del aparato penal cubano para intimidar y castigar el disenso ciudadano.

Asimismo, Prisoners Defenders denuncia la existencia de decenas de huelgas de hambre en distintas prisiones del país, iniciadas por presos políticos como último recurso de protesta ante el abandono institucional, la represión constante y las condiciones inhumanas de encarcelamiento. Estas huelgas, señala, son una expresión extrema de desesperación y un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga ante una crisis que ya no es solo política, sino también humanitaria y sanitaria.

En palabras de Larrondo: “las cárceles cubanas son una sangría de enfermedad y muerte en crecimiento constante”.

El informe concluye con un llamado urgente a los gobiernos democráticos y organismos internacionales de derechos humanos para que exijan al régimen cubano la liberación inmediata de todos los presos políticos y el cese del uso del encarcelamiento como herramienta de control social.

Prisoners Defenders recordó que el deterioro de las condiciones carcelarias y el aumento de la represión ocurren en medio de una profunda crisis sanitaria y económica, que convierte las prisiones cubanas en “centros de sufrimiento y muerte lenta” para cientos de inocentes.